Talált 213 Eredmények: Santuario

  • Junto al río crecerán, a una y otra margen, toda clase de árboles frutales, cuyo follaje no se marchitará y cuyo fruto no se agotará nunca. Todos los meses darán frutos nuevos, porque sus aguas manan del santuario. Sus frutos servirán de alimento y sus hojas de medicina. (Ezequiel 47, 12)

  • Y limitando con Judá, desde la frontera oriental hasta la occidental, estará la porción que reservaréis, de doce kilómetros y medio de ancha y de larga como una de las otras partes, desde la frontera oriental hasta la occidental; en medio de ella se levantará el santuario. (Ezequiel 48, 8)

  • Comprenderá la parte del territorio sagrado reservada a los sacerdotes: doce kilómetros y medio hacia el norte, cinco de ancha hacia el oeste, cinco de ancha hacia el este y doce y medio de larga hacia el sur. En medio se levantará el santuario del Señor. (Ezequiel 48, 10)

  • Lo que quede a uno y otro lado de la zona sagrada y de la posesión de la ciudad pertenecerá al príncipe; su porción se extenderá así a lo largo de los doce kilómetros y medio de la zona sagrada al este, hasta la frontera oriental, y al oeste a lo largo de los doce kilómetros y medio, hasta la frontera occidental; esto para el príncipe, en correspondencia con las demás porciones. Así en el medio estará la zona sagrada y el santuario del templo, (Ezequiel 48, 21)

  • Trajeron las copas de oro y plata, robadas en el santuario del templo de Dios, en Jerusalén, y bebieron en ellas el rey, sus dignatarios, sus mujeres y sus concubinas. (Daniel 5, 3)

  • Llegó hasta el mismo príncipe de las milicias, suprimió su sacrificio cotidiano y derribó su santuario. (Daniel 8, 11)

  • Oí entonces a un santo que hablaba y a otro santo que preguntaba al que estaba hablando: ¿Hasta cuándo durará lo que anuncia la visión: el sacrificio cotidiano, la perversidad desoladora, el santuario y las milicias pisoteados? (Daniel 8, 13)

  • Le respondió: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; después será restablecido el santuario. (Daniel 8, 14)

  • Ahora, pues, oh Dios nuestro, escucha la oración de tu siervo y sus súplicas y, por amor de ti mismo, haz brillar tu rostro sobre tu desolado santuario. (Daniel 9, 17)

  • Después de las sesenta y dos semanas, matarán a un ungido inocente. La ciudad y el santuario serán destruidos por un príncipe que ha de venir. Su fin será en un cataclismo, y hasta el final habrá guerra y devastaciones decretadas. (Daniel 9, 26)

  • Mandará parte de sus fuerzas a profanar el santuario y la fortaleza; pondrán fin al sacrificio perpetuo, y en su lugar establecerán el sacrificio horrible. (Daniel 11, 31)

  • Pero en Betel no continúes profetizando, porque es santuario del rey y templo del reino". (Amós 7, 13)


“Se você fala das próprias virtudes para se exibir ou para vã ostentação perde todo o mérito.” São Padre Pio de Pietrelcina