Talált 213 Eredmények: Santuario

  • El Señor ha rechazado su altar, ha aborrecido su santuario; ha entregado en manos del enemigo las defensas de sus palacios; ¡gritos se dieron en el templo del Señor, como en día de fiesta! (Lamentaciones 2, 7)

  • Mira, Señor, y considera: ¿a quién has tratado alguna vez así? ¡Ay! ¡Las madres han comido a sus vástagos, a los hijos de sus caricias! ¡Fueron asesinados en el santuario del Señor sacerdote y profeta! (Lamentaciones 2, 20)

  • Te lo juro, dice el Señor Dios: Tú has profanado mi santuario con tus ídolos y tus monstruosidades, pero también yo caeré sin misericordia y sin piedad. (Ezequiel 5, 11)

  • Y continuó: "Hijo de hombre, ¿ves lo que hacen éstos, las acciones nefastas que la casa de Israel comete en este lugar para alejarme de mi santuario? Pues todavía verás acciones más nefastas". (Ezequiel 8, 6)

  • Y me llevó al atrio interior del templo del Señor. A la entrada del templo del Señor, entre el vestíbulo y el altar, veinticinco hombres, vueltas sus espaldas al santuario del Señor y sus rostros a oriente, se postraban hacia oriente ante el sol. (Ezequiel 8, 16)

  • Matad a ancianos, jóvenes, doncellas, niños y mujeres, hasta el exterminio. Pero no toquéis a los que tengan la cruz en la frente. Empezad por mi santuario". Empezaron, pues, por los ancianos que estaban delante del templo. (Ezequiel 9, 6)

  • Anúnciales: Esto dice el Señor Dios: Sí, yo los he alejado entre las naciones, los he dispersado por tierras extrañas; pero yo mismo he sido un santuario para ellos durante el breve tiempo en que están desterrados en estos países. (Ezequiel 11, 16)

  • "Hijo de hombre, vuelve tu rostro hacia Jerusalén, pronuncia tu oráculo contra su santuario y profetiza contra la tierra de Israel. (Ezequiel 21, 7)

  • Sus sacerdotes han quebrantado mi ley y profanado mi santuario. No han distinguido entre lo sagrado y lo profano, ni han enseñado a discernir lo puro de lo impuro. Han cerrado sus ojos a las violaciones de mis sábados y yo he sido deshonrado en medio de ellos. (Ezequiel 22, 26)

  • Han llegado hasta esto: en un mismo día contaminaban mi santuario y profanaban mis sábados. (Ezequiel 23, 38)

  • Después de haber inmolado a sus hijos ante sus ídolos, entraban aquel mismo día en mi santuario para profanarlo. Esto es lo que han hecho dentro de mi templo. (Ezequiel 23, 39)

  • Di a la casa de Israel: Esto dice el Señor Dios: Mirad, voy a profanar mi santuario, orgullo de vuestra fuerza, delicia de vuestros ojos, amor de vuestras almas. Vuestros hijos y vuestras hijas, que habéis dejado, caerán a espada. (Ezequiel 24, 21)


“Reze pelos infiéis, pelos fervorosos, pelo Papa e por todas as necessidades espirituais e temporais da Santa Igreja, nossa terna mãe. E faça uma oração especial por todos os que trabalham para a salvação das almas e para a glória do nosso Pai celeste.” São Padre Pio de Pietrelcina