Talált 386 Eredmények: Sangre

  • Emborracharé de sangre mis flechas y mi espada se hartará de carne; sangre de heridos y cautivos, cabezas de jefes enemigos. (Deuteronomio 32, 42)

  • ¡Alegraos, naciones, con el pueblo de Dios! Porque va a vengar la sangre de sus siervos, a dar su merecido a los adversarios y a perdonar a su tierra y a su pueblo". (Deuteronomio 32, 43)

  • Si alguno sale de tu casa, él será el responsable de su sangre, y nosotros seremos inocentes; mas si alguien pone la mano sobre el que esté contigo en casa, nosotros seremos los responsables. (Josué 2, 19)

  • en las que pueda refugiarse un homicida que haya matado a alguien involuntariamente y por inadvertencia, para que sirvan de refugio contra el vengador de sangre. (Josué 20, 3)

  • Si el vengador de sangre lo persigue, no lo entregarán en sus manos, porque mató involuntariamente a su prójimo, sin tenerle odio anteriormente. (Josué 20, 5)

  • Éstas fueron las ciudades asignadas a todos los israelitas y al extranjero residente, para que se refugiara en ellas el homicida involuntario y no cayera en manos del vengador de sangre antes de haber comparecido ante la asamblea. (Josué 20, 9)

  • para que el crimen cometido contra los setenta hijos de Yerubaal y su sangre cayese sobre Abimelec, su hermano, que los había matado, y sobre los nobles de Siquén, que le dieron el poder para matar a sus hermanos. (Jueces 9, 24)

  • El pueblo se echó sobre el botín; se apoderaron de ovejas, bueyes y terneros; los degollaron en el suelo, y comieron la carne con la sangre. (I Samuel 14, 32)

  • Se lo fueron a decir a Saúl: "Mira, el pueblo ha pecado contra el Señor comiendo la carne con la sangre". Él les dijo: "Rodad hacia mí una piedra grande". (I Samuel 14, 33)

  • Y añadió: "Dispersaos entre el pueblo y decidle que cada uno traiga su buey y su oveja y los sacrifiquen aquí; después los comeréis sin pecar contra el Señor comiendo la carne con la sangre". Aquella noche cada uno llevó lo que tenía a mano y lo sacrificó allí. (I Samuel 14, 34)

  • Él expuso su propia vida, mató al filisteo y el Señor dio una gran victoria a todo Israel. Lo viste tú mismo y te alegraste. ¿Por qué quieres hacerte reo de sangre inocente, matando a David sin razón?". (I Samuel 19, 5)

  • Ahora, mi señor, por la vida del Señor y por tu propia vida, por el Señor, que te ha impedido derramar sangre y hacerte justicia por tu mano, que tus enemigos y los que intentan hacerte daño corran la misma suerte que Nabal. (I Samuel 25, 26)


“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina