Talált 864 Eredmények: Ram
Y añadió: "No derraméis sangre; echadlo a esa cisterna solitaria, pero no pongáis las manos en él". Era para librarlo de sus manos y devolverlo luego a su padre. (Génesis 37, 22)
Onán sabía que los hijos no serían suyos, y cada vez que se unía a la viuda de su hermano derramaba en tierra el semen para no dar hijos a su hermano. (Génesis 38, 9)
Me he enterado de que en Egipto hay grano en venta; bajad allá y comprad para nuestra subsistencia y para que no muramos". (Génesis 42, 2)
José nada más ver a sus hermanos los reconoció, pero fingió no conocerlos y los trató duramente. Les dijo: "¿De dónde venís?". Ellos respondieron: "De la tierra de Canaán a comprar víveres". (Génesis 42, 7)
Y se decían unos a otros: "Verdaderamente estamos pagando lo que hicimos con nuestro hermano. Lleno de angustia nos pedía clemencia, y no le hicimos caso. Por eso nos ha venido esta desgracia". (Génesis 42, 21)
"El hombre que es señor del país nos habló duramente y nos tomó por espías contra el país. (Génesis 42, 30)
Ellos respondieron: "Aquel hombre nos preguntó expresamente por nuestra familia, diciendo: ¿Vive todavía vuestro padre? ¿Tenéis más hermanos? Y nosotros contestamos a sus preguntas. ¿Cómo íbamos a suponer que nos iba a decir que lleváramos a nuestro hermano?". (Génesis 43, 7)
Si no nos hubiéramos detenido, ya estaríamos de regreso". (Génesis 43, 10)
Ya ves que el dinero que encontramos en la boca de los sacos te lo hemos traído desde la tierra de Canaán; ¿cómo podríamos haber robado plata u oro de la casa de tu señor? (Génesis 44, 8)
Uno salió cuando estaba conmigo y seguramente fue despedazado, pues ya no lo he vuelto a ver; (Génesis 44, 28)
José instaló a su padre y a sus hermanos, y les dio propiedades en Egipto, en lo mejor del país, en el distrito de Rameses, como había ordenado el Faraón. (Génesis 47, 11)
¿Por qué habremos de perecer ante tus ojos nosotros y nuestras tierras? Cómpranos a nosotros y a nuestras tierras a cambio de pan. Seremos esclavos del Faraón nosotros y nuestras tierras, pero danos simiente para que podamos vivir y no muramos y para que nuestras tierras no queden desoladas". (Génesis 47, 19)