Talált 208 Eredmények: Mira

  • Los vecinos de la ciudad dijeron a Eliseo: "Mira, en esta ciudad se vive bien, como mi señor ve; pero las aguas son malas y esterilizan la tierra". (II Reyes 2, 19)

  • Aquella mujer dijo a su marido: "Mira, me he dado cuenta de que es un hombre de Dios, un santo, ese que pasa siempre por nuestra casa. (II Reyes 4, 9)

  • Abre, ¡oh Dios!, tu oído y escucha; abre, ¡oh Señor!, tus ojos y mira. Escucha las palabras que Senaquerib ha mandado a decir para ultrajar al Dios vivo. (II Reyes 19, 16)

  • Todos los israelitas fueron a Hebrón a decir a David: "Mira, nosotros somos hueso de tu hueso y carne de tu carne. (I Crónicas 11, 1)

  • Los israelitas, al ver que el rey no les había hecho caso, le replicaron: "¿Qué tenemos que ver nosotros con David? ¡No tenemos ninguna heredad en común con el hijo de Jesé! ¡Cada uno a sus casas, Israel! ¡Mira tú ahora por tu casa, David!". Y los israelitas se fueron a sus casas. (II Crónicas 10, 16)

  • El mensajero que había ido a llamar a Miqueas le dijo: "Mira que los profetas, todos a una, profetizan éxito al rey; haz tú como ellos y profetiza triunfo". (II Crónicas 18, 12)

  • Mira ahora a los hijos de Amón, a los de Moab y a los de los montes de Seír, cuyas tierras no permitiste que atravesaran los israelitas cuando venían de Egipto, sino que les hiciste dar un largo rodeo para no destruirlos; (II Crónicas 20, 10)

  • mira ahora cómo nos pagan viniendo a echarnos de la heredad que tú nos diste en propiedad. (II Crónicas 20, 11)

  • presintió que llegaba y dijo a su marido: "Mira, tu hijo viene con el hombre con el que marchó". (Tobías 11, 6)

  • Mira, hijo mío, lo que hizo Nadab con Ajicar, que lo había criado: lo enterró vivo. Pero Dios castigó su injusticia: Ajicar volvió a la luz, mientras que Nadab bajó a las tinieblas eternas por haber intentado matarlo. Ajicar se libró de la muerte tramada por Nadab por dar limosna, mientras que Nadab cayó en el lazo y pereció. (Tobías 14, 10)

  • "Esto dice el rey grande, el señor de toda la tierra: Mira, al salir de mi presencia, reúne contigo hombres de valor probado, unos ciento veinte mil de infantería y gran número de caballos con doce mil jinetes, (Judit 2, 5)

  • Mira su orgullo. Descarga tu ira sobre sus cabezas y da a mi mano de viuda la fuerza precisa. (Judit 9, 9)


“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina