Talált 915 Eredmények: Gad
Pero Festo, queriendo congraciarse con los judíos, preguntó a Pablo: "¿Quieres ir a Jerusalén y ser allí juzgado ante mí de estas cosas?". (Hechos 25, 9)
Pablo dijo: "Estoy ante el tribunal del césar, donde debo ser juzgado. Yo no he cometido ningún delito contra los judíos, como tú sabes muy bien. (Hechos 25, 10)
No sabiendo qué decisión tomar en tales cosas, le pregunté si quería ir a Jerusalén y ser allí juzgado de ellas. (Hechos 25, 20)
Los hermanos de Roma, que tenían noticias de nuestra llegada, nos salieron al encuentro en Foro Apio y Tres Tabernas; Pablo, al verlos, dio gracias a Dios y cobró ánimos. (Hechos 28, 15)
A los tres días Pablo convocó a los judíos principales; y, cuando estaban reunidos, les dijo: "Hermanos, sin haber hecho nada contra el pueblo o las costumbres de nuestros padres, he sido encarcelado en Jerusalén y entregado en manos de los romanos; (Hechos 28, 17)
los cuales, después de haberme interrogado, querían ponerme en libertad por no haber encontrado en mí nada que mereciese la muerte; (Hechos 28, 18)
pero como se oponían los judíos, me vi obligado a apelar al césar, aunque sin intención de acusar en nada a mi pueblo. (Hechos 28, 19)
Éste es el motivo de haberos llamado para veros y conversar con vosotros, pues por la esperanza de Israel estoy cargado de cadenas". (Hechos 28, 20)
Todos los que pecaron sin estar bajo la ley, sin la ley también perecerán; y cuantos pecaron bajo la ley, según la ley serán juzgados. (Romanos 2, 12)
el cual fue entregado por nuestros pecados y resucitado para nuestra justificación. (Romanos 4, 25)
Pues si hemos llegado a ser una misma cosa con él por una muerte semejante a la suya, también lo seremos por una resurrección parecida. (Romanos 6, 5)
No entreguéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de injusticia. Al contrario, entregaos a Dios como muertos que han vuelto a la vida, entregad vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia; (Romanos 6, 13)