Talált 236 Eredmények: Ellas

  • Sus viudas son más numerosas que la arena del mar. Sobre las madres de jóvenes guerreros he traído, en pleno día, al devastador; hago caer sobre ellas de repente terror y espanto. (Jeremías 15, 8)

  • Ellas serán subyugadas por naciones poderosas y reyes poderosos, y yo les pagaré según sus actos y según las obras de sus manos". (Jeremías 25, 14)

  • Porque esto dice el Señor, Dios de Israel, acerca de las casas de esta ciudad y de las casas de los reyes de Judá que van a ser destruidas. Ellas servirán de muros de defensa y de baluarte (Jeremías 33, 4)

  • ni nuestros hijos, ni nuestras hijas. No edificamos casas para vivir en ellas, ni poseemos viñas, campos ni sembrados, (Jeremías 35, 9)

  • Mira, todas las mujeres que han quedado en el palacio del rey de Judá serán llevadas a los generales del rey de Babilonia, y serán ellas las que exclamarán: ¡Te han engañado, han podido contigo tus buenos amigos! ¡Tus pies han hundido en el fango y ellos te han dado la espalda! (Jeremías 38, 22)

  • y diles: Esto dice el Señor todopoderoso, Dios de Israel: Voy a mandar a buscar a mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia, y pondré su trono sobre estas piedras que he escondido y él desplegará sobre ellas su dosel. (Jeremías 43, 10)

  • Esto dice el Señor todopoderoso, Dios de Israel: Ya habéis visto todos los males que yo he mandado sobre Jerusalén y sobre todas las ciudades de Judá; hoy son un montón de ruinas sin un alma que habite en ellas (Jeremías 44, 2)

  • Dad una tumba a Moab, porque está totalmente devastada. Sus ciudades son como un desierto: nadie ya habita en ellas. (Jeremías 48, 9)

  • Por lo que hace a las columnas, tenía cada una de ellas nueve metros de altura, seis de circunferencia y ocho centímetros de espesor; por dentro estaban vacías. (Jeremías 52, 21)

  • Les encienden lámparas y en número mayor que para ellos mismos; pero de ellas los dioses no ven ni una sola. (Baruc 6, 18)

  • y cuando una de ellas, solicitada por algún transeúnte, se acuesta con él, reprocha a su vecina no haber sido escogida como ella y de que su cuerda no haya sido rota. (Baruc 6, 43)

  • Cuando andaban ellos, andaban las ruedas; y cuando se paraban ellos, se paraban también las ruedas; cuando ellos se elevaban de la tierra, se elevaban también ellas, porque el espíritu de los seres estaba en las ruedas. (Ezequiel 1, 21)


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