Talált 102 Eredmények: Daniel

  • Daniel dijo: "Separadlos lejos el uno del otro, y yo los examinaré". (Daniel 13, 51)

  • Daniel replicó: "Tu mentira recae sobre tu cabeza; un ángel de Dios ha recibido ya de él la orden de partirte por medio". (Daniel 13, 55)

  • Daniel le dijo: "Tu mentira recae también sobre tu cabeza; ya está el ángel del Señor esperando, espada en mano, para partirte por medio y exterminaros". (Daniel 13, 59)

  • Se levantaron contra los dos viejos, a quienes, por su propia boca, había convencido Daniel de falso testimonio, e hicieron con ellos lo mismo que ellos habían maquinado pérfidamente contra el prójimo. (Daniel 13, 61)

  • Y Daniel gozó de gran estima ante el pueblo desde aquel día en adelante. (Daniel 13, 64)

  • Daniel era entonces confidente del rey, el cual le honraba más que a todos sus otros amigos. (Daniel 14, 2)

  • También el rey lo veneraba e iba todos los días a adorarlo. Pero Daniel adoraba a su Dios. (Daniel 14, 4)

  • Daniel respondió: "No te engañes, rey; este Bel es barro por dentro y bronce por fuera, y no ha comido jamás". (Daniel 14, 7)

  • Entonces el rey, lleno de cólera, llamó a los sacerdotes del ídolo y les dijo: "Si no me decís quién es el que come estas ofrendas, moriréis; pero si demostráis que las come Bel, morirá Daniel, por haber blasfemado contra Bel". (Daniel 14, 8)

  • Daniel dijo al rey: "Hágase como dices". Los sacerdotes de Bel eran setenta, sin contar mujeres e hijos. (Daniel 14, 9)

  • El rey y Daniel se dirigieron al templo de Bel; (Daniel 14, 10)

  • los sacerdotes de Bel dijeron: "Mira, nosotros nos salimos de aquí, y tú, oh rey, haz servir los manjares y el vino preparado; luego cierra la puerta y séllala con tu anillo. Si mañana por la mañana, al volver al templo, no encuentras que todo ha sido comido por Bel, nosotros moriremos; pero en caso contrario morirá Daniel, que miente contra nosotros". (Daniel 14, 11)


“Reze pelos infiéis, pelos fervorosos, pelo Papa e por todas as necessidades espirituais e temporais da Santa Igreja, nossa terna mãe. E faça uma oração especial por todos os que trabalham para a salvação das almas e para a glória do nosso Pai celeste.” São Padre Pio de Pietrelcina