Talált 428 Eredmények: fiesta de los judíos
Pero los judíos que no habían creído excitaron y envenenaron los ánimos de los gentiles contra los hermanos. (Hechos 14, 2)
La gente de la ciudad se dividió: unos a favor de los judíos y otros a favor de los apóstoles. (Hechos 14, 4)
Como se alzasen judíos y gentiles con sus jefes para ultrajarles y apedrearles, (Hechos 14, 5)
Vinieron entonces de Antioquía e Iconio algunos judíos y, habiendo persuadido a la gente, lapidaron a Pablo y le arrastraron fuera de la ciudad, dándole por muerto. (Hechos 14, 19)
Pablo quiso que se viniera con él. Le tomó y le circuncidó a causa de los judíos que había por aquellos lugares, pues todos sabían que su padre era griego. (Hechos 16, 3)
los presentaron a los pretores y dijeron: «Estos hombres alborotan nuestra ciudad; son judíos (Hechos 16, 20)
Atravesando Anfípolis y Apolonia llegaron a Tesalónica, donde los judíos tenían una sinagoga. (Hechos 17, 1)
Pero los judíos, llenos de envidia, reunieron a gente maleante de la calle, armaron tumultos y alborotaron la ciudad. Se presentaron en casa de Jasón buscándolos para llevarlos ante el pueblo. (Hechos 17, 5)
Inmediatamente, por la noche, los hermanos enviaron hacia Berea a Pablo y Silas. Ellos, al llegar allí, se fueron a la sinagoga de los judíos. (Hechos 17, 10)
Pero cuando los judíos de Tesalónica se enteraron de que también en Berea había predicado Pablo la Palabra de Dios, fueron también allá, y agitaron y alborotaron a la gente. (Hechos 17, 13)
Discutía en la sinagoga con los judíos y con los que adoraban a Dios; y diariamente en el ágora con los que por allí se encontraban. (Hechos 17, 17)
Se encontró con un judío llamado Aquila, originario del Ponto, que acababa de llegar de Italia, y con su mujer Priscila, por haber decretado Claudio que todos los judíos saliesen de Roma; se llegó a ellos (Hechos 18, 2)