Talált 63 Eredmények: adoración en la iglesia

  • Así como la Iglesia está sumisa a Cristo, así también las mujeres deben estarlo a sus maridos en todo. (Efesios 5, 24)

  • Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, (Efesios 5, 25)

  • Porque nadie aborreció jamás su propia carne; antes bien, la alimenta y la cuida con cariño, lo mismo que Cristo a la Iglesia, (Efesios 5, 29)

  • Gran misterio es éste, lo digo respecto a Cristo y la Iglesia. (Efesios 5, 32)

  • en cuanto al celo, perseguidor de la Iglesia; en cuanto a la justicia de la Ley, intachable. (Filipenses 3, 6)

  • Y sabéis también vosotros, filipenses, que en el comienzo de la evangelización, cuando salí de Macedonia, ninguna Iglesia me abrió cuentas de «haber y debe», sino vosotros solos. (Filipenses 4, 15)

  • El es también la Cabeza del Cuerpo, de la Iglesia: El es el Principio, el Primogénito de entre los muertos, para que sea él el primero en todo, (Colosenses 1, 18)

  • Ahora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, en favor de su Cuerpo, que es la Iglesia, (Colosenses 1, 24)

  • Saludad a los hermanos de Laodicea, a Ninfas y la Iglesia de su casa. (Colosenses 4, 15)

  • Una vez que hayáis leído esta carta entre vosotros, procurad que sea también leída en la Iglesia de Laodicea. Y por vuestra parte leed vosotros la que os venga de Laodicea. (Colosenses 4, 16)

  • Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de los Tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A vosotros gracia y paz. (I Tesalonicenses 1, 1)

  • Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de los Tesalonicenses, en Dios nuestro Padre y en el Señor Jesucristo. (II Tesalonicenses 1, 1)


“O amor sem temor torna-se presunção.” São Padre Pio de Pietrelcina