Talált 106 Eredmények: pesar

  • Aquel que poco antes, llevado de una jactancia sobrehumana, creía dictar ordenes a las olas del mar y pensaba pesar en la balanza las cimas de los montes, era llevado en camilla, después de haber caído en tierra. Así ponía de manifiesto a los ojos de todos el poder de Dios. (II Macabeos 9, 8)

  • Estando aún con vida, lleno de ardor, se incorporó sangrando copiosamente, y a pesar de sus graves heridas, pasó corriendo por entre las tropas y se paró sobre una roca escarpada. (II Macabeos 14, 45)

  • También entre risas, sufre el corazón, y al fin la alegría termina en pesar. (Proverbios 14, 13)

  • Yo he visto de todo en mis días vanos: hay justos que perecen a pesar de su justicia y malvados que sobreviven a pesar de su maldad. (Eclesiastés 7, 15)

  • El pecador que hace cien veces el mal puede, a pesar de todo, vivir largo tiempo. Sin embargo, yo sé muy bien que la felicidad es para los que temen a Dios, porque ellos sienten temor en su presencia. (Eclesiastés 8, 12)

  • Allí se encontraba un hombre pobre pero sabio, que salvó la ciudad con su sabiduría. A pesar de eso, nadie se acordó más de ese pobre hombre. (Eclesiastés 9, 15)

  • Oprimamos al pobre, a pesar de que es justo, no tengamos compasión de la viuda ni respetemos al anciano encanecido por los años. (Sabiduría 2, 10)

  • Así los egipcios, a pesar de su deseo de comer, perdieron el apetito natural, ante el aspecto repugnante de los animales enviados contra ellos; tu pueblo, en cambio, sometido a privación por poco tiempo, participó de un manjar exquisito. (Sabiduría 16, 3)

  • No lo pongas junto a ti, no sea que te derribe para ocupar tu puesto; no lo hagas sentar a tu derecha, no sea que pretenda tu mismo sitial, y al fin comprendas mis palabras y sientas pesar al recordarlas. (Eclesiástico 12, 12)

  • Mientras vive, se alegra de verlo, y a su muerte, no siente ningún pesar: (Eclesiástico 30, 5)

  • A pesar de todo esto, el pueblo no se convirtió ni se apartó de sus pecados, hasta que fue deportado lejos de su país, y dispersado por toda la tierra. (Eclesiástico 48, 15)

  • ¿Por qué andan diciendo que no la tienen a pesar de estar tan sedientos de ella? (Eclesiástico 51, 24)


“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina