Talált 1882 Eredmények: había

  • hasta el día en que subió al cielo, después de haber dado, por medio del Espíritu Santo, sus últimas instrucciones a los Apóstoles que había elegido. (Hechos 1, 2)

  • Él era uno de los nuestros y había recibido su parte en nuestro ministerio. (Hechos 1, 17)

  • Había en Jerusalén judíos piadosos, venidos de todas las naciones del mundo. (Hechos 2, 5)

  • a ese hombre que había sido entregado conforme al plan y a la previsión de Dios, ustedes lo hicieron morir, clavándolo en la cruz por medio de los infieles. (Hechos 2, 23)

  • Pero como él era profeta, sabía que Dios le había jurado que un descendiente suyo se sentaría en su trono. (Hechos 2, 30)

  • Reconocieron que era el mendigo que pedía limosna sentado a la puerta del Templo llamada «la Hermosa», y quedaron asombrados y llenos de admiración por lo que le había sucedido. (Hechos 3, 10)

  • El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, glorificó a su servidorJesús, a quien ustedes entregaron, renegando de él delante de Pilato, cuando este había resuelto ponerlo en libertad. (Hechos 3, 13)

  • Pero así, Dios cumplió lo que había anunciado por medio de todos los profetas: que su Mesías debía padecer. (Hechos 3, 18)

  • pero no podían replicarles nada, porque el hombre que había sido curado estaba de pie, al lado de ellos. (Hechos 4, 14)

  • Después de amenazarlos nuevamente, los dejaron en libertad, ya que no sabían cómo castigarlos, por temor al pueblo que alababa a Dios al ver lo que había sucedido. (Hechos 4, 21)

  • «Encontramos la prisión cuidadosamente cerrada y a los centinelas de guardia junto a las puertas, pero cuando las abrimos, no había nadie adentro». (Hechos 5, 23)

  • Al oír esto, el jefe del Templo y los sumos sacerdotes quedaron perplejos y no podían explicarse qué había sucedido. (Hechos 5, 24)


“O bem dura eternamente.” São Padre Pio de Pietrelcina