Talált 355 Eredmények: guerra santa

  • Luego la sitiarás: levantarás contra ella torres de asedio, harás terraplenes, instalarás campamentos y emplazarás a su alrededor máquinas de guerra. (Ezequiel 4, 2)

  • Porque en mi santa montaña, en la santa montaña de Israel -oráculo del Señor-, allí me servirá todo el pueblo de Israel, congregado enteramente en el país. Allí los recibiré con agrado y aceptaré sus ofrendas, lo mejor de sus contribuciones y los dones que me consagren. (Ezequiel 20, 40)

  • En su mano derecha está el presagio que señala "Jerusalén", para ordenar la matanza, lanzar el grito de guerra, colocar arietes contra las puertas, levantar terraplenes y construir torres de asalto. (Ezequiel 21, 27)

  • Porque así habla el Señor: Yo voy a traer contra Tiro, desde el Norte, a Nabucodonosor, rey de Babilonia, rey de reyes, y él vendrá con caballos, carros de guerra y jinetes, y con una coalición de pueblos numerosos. (Ezequiel 26, 7)

  • Tus riquezas, tus mercancías, tus cargamentos, tus marineros y tus timoneles, los que reparan tus averías y tus agentes de comercio, todos tus hombres de guerra y toda la tripulación que llevas contigo se hundirán en el corazón de los mares el día de tu naufragio. (Ezequiel 27, 27)

  • Yo había hecho de ti un querubín protector, con sus alas desplegadas; estabas en la montaña santa de Dios y te paseabas entre piedras de fuego. (Ezequiel 28, 14)

  • Ellos no yacen con los héroes caídos antiguamente -con los que bajaron al Abismo con sus armas de guerra, con sus espadas debajo de sus cabezas y sus escudos sobre sus restos- porque el terror de los héroes reinaba en la tierra de los vivientes. (Ezequiel 32, 27)

  • Cuando ustedes hagan el sorteo para repartirse el país en herencia, reservarán un tributo para el Señor, una fracción santa de territorio, de doce mil quinientos metros de largo por diez mil de ancho. Ese territorio será santo en toda su extensión. (Ezequiel 45, 1)

  • Esta será la fracción santa del país, destinada a los sacerdotes que sirven al Santuario y se acercan al Señor para servirlo: ellos tendrán allí un sitio para sus casas y pastizales para su ganado. (Ezequiel 45, 4)

  • Tú has ejecutado justas sentencias, en todo lo que has hecho recaer sobre nosotros y sobre Jerusalén, la Ciudad santa de nuestros padres. Con verdad y justicia nos has tratado así, a causa de nuestros pecados. (Daniel 3, 28)

  • Bendito seas en el Templo de tu santa gloria, aclamado y glorificado eternamente por encima de todo. (Daniel 3, 53)

  • Yo miraba, y este cuerno hacía la guerra a los Santos del Altísimo y prevalecía sobre ellos, (Daniel 7, 21)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina