Talált 144 Eredmények: efecto
Yo sé, en efecto, que ellos no me escucharán, porque son un pueblo obstinado y rebelde, pero en la tierra de su exilio, volverán sobre sí mismos (Baruc 2, 30)
La lengua de esos dioses, en efecto, ha sido limada por un artífice, y aunque ellos están recubiertos de oro y plata, son falsos y no pueden hablar. (Baruc 6, 7)
Ellos, en efecto, no pueden maldecir ni bendecir a los reyes; (Baruc 6, 65)
Entonces se presentaron ante el rey y, refiriéndose a la prohibición real, le dijeron: "¿Acaso no has escrito una prohibición según la cual todo el que dirija una oración dentro de los próximos treinta días, a cualquier dios u hombre que no seas tú, rey, debe ser arrojado al foso de los leones?". El rey tomó la palabra y dijo: "Así es, en efecto, según la ley de los medos y de los persas, que es irrevocable". (Daniel 6, 13)
Herodes, en efecto, había hecho arrestar, encadenar y encarcelar a Juan, a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe, (Mateo 14, 3)
En efecto, Dios dijo: Honra a tu padre y a tu madre y:El que maldice a su padre o a su madre, será condenado a muerte. (Mateo 15, 4)
En efecto, algunos no se casan, porque nacieron impotentes del seno de su madre; otros, porque fueron castrados por los hombres; y hay otros que decidieron no casarse a causa del Reino de los Cielos. ¡El que pueda entender, que entienda!». (Mateo 19, 12)
En efecto, Juan vino a ustedes por el camino de la justicia y no creyeron en él; en cambio, los publicanos y las prostitutas creyeron en él. Pero ustedes, ni siquiera al ver este ejemplo, se han arrepentido ni han creído en él. (Mateo 21, 32)
En efecto, se levantará nación contra nación y reino contra reino. En muchas partes habrá hambre y terremotos. (Mateo 24, 7)
Herodes, en efecto, había hecho arrestar y encarcelar a Juan a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe, con la que se había casado. (Marcos 6, 17)
Los fariseos, en efecto, y los judíos en general, no comen sin lavarse antes cuidadosamente las manos, siguiendo la tradición de sus antepasados; (Marcos 7, 3)
Él sabía, en efecto, que los sumos sacerdotes lo habían entregado por envidia. (Marcos 15, 10)