Talált 276 Eredmények: Todavía

  • Cuando haya terminado de practicar el rito de expiación por el Santuario, por la Carpa del Encuentro y por el altar, presentará el chivo que todavía está vivo. (Levítico 16, 20)

  • Así, cuando ustedes siembren en el octavo año, todavía estarán comiendo el grano de aquella cosecha; y lo seguirán comiendo hasta el noveno, hasta que llegue la cosecha. (Levítico 25, 22)

  • Si todavía faltan muchos años, deberá devolver por su rescate una suma proporcionada al precio de la venta; (Levítico 25, 51)

  • La carne estaba todavía entre sus dientes, sin masticar, cuando la ira del Señor se encendió contra el pueblo, y el Señor lo castigó con una enorme mortandad. (Números 11, 33)

  • El Señor te promovió a ti y a todos tus hermanos, los descendientes de Leví, ¿y todavía reclaman el sacerdocio? (Números 16, 10)

  • ¿No te basta con habernos sacado de una tierra que mana leche y miel, para hacernos morir en el desierto, que todavía quieres dominarnos? (Números 16, 13)

  • Cualquiera que toque un cadáver -el cuerpo de un hombre que ha muerto- y no se purifique, mancha la Morada del Señor y será excluido de Israel. Como no ha sido rociado con el agua lustral, permanece impuro: su impureza todavía está sobre él. (Números 19, 13)

  • Pero cuando la persona que hace el voto al Señor, o se impone esa obligación, es una mujer soltera, que vive todavía en casa de su padre, (Números 30, 4)

  • Estos son los preceptos que el Señor dictó a Moisés acerca de la relación entre un hombre y su mujer, y entre un padre y su hija soltera que todavía vive en casa de su padre. (Números 30, 17)

  • Y ahora ustedes, raza de pecadores, ocupan el lugar de sus padres para añadir todavía más al enojo del Señor contra Israel. (Números 32, 14)

  • Si se apartan del Señor, él los dejará todavía en el desierto, y así ustedes causarán la ruina de todo este pueblo". (Números 32, 15)

  • Pero Sijón, rey de Jesbón, se negó a dejarnos pasar por su territorio, porque el Señor, tu Dios, había ofuscado su espíritu y endurecido su corazón, a fin de ponerlo en tus manos, como lo está todavía hoy. (Deuteronomio 2, 30)


“Jesus está com você, e o Cireneu não deixa de ajudar-te a subir o Calvário.” São Padre Pio de Pietrelcina