Talált 207 Eredmények: Cus

  • con tres mil doscientos carros de guerra, sesenta mil jinetes y una multitud innumerable que venía con él de Egipto, en la que había libios, suquíes y cusitas. (II Crónicas 12, 3)

  • En lugar de ellos, el rey Roboám hizo unos escudos de bronce, y se los confió a los jefes de los guardias que custodiaban el acceso a la casa del rey. (II Crónicas 12, 10)

  • Zéraj, el cusita, avanzó contra ellos con un ejército de un millón de hombres y trescientos carros de guerra, y llegó hasta Maresá. (II Crónicas 14, 8)

  • El Señor derrotó a los cusitas delante de Asá y de Judá, y los cusitas huyeron. (II Crónicas 14, 11)

  • ¿Acaso los cusitas y los libios no formaban un ejército numeroso, con una enorme cantidad de carros de guerra y caballería? Y sin embargo, por haberte apoyado en el Señor, él los entregó en tus manos. (II Crónicas 16, 8)

  • El Señor excitó contra Jorám la hostilidad de los filisteos y de los árabes vecinos de los cusitas, (II Crónicas 21, 16)

  • Los porteros: Acub, Talmón y sus hermanos, que custodiaban las puertas: en total 172. (Nehemías 11, 19)

  • Luego ordené a los levitas que se purificaran y fueran a custodiar las puertas, a fin de santificar el día sábado. También por esto, ¡acuérdate de mí, Dios mío, y ten piedad de mí, por tu gran fidelidad! (Nehemías 13, 22)

  • Entre tanto, los edomitas y los amonitas subieron para acampar en la colina situada frente a Dotaim y enviaron a algunos de ellos hacia el sur y hacia el este, frente a Egrebel, que está cerca de Cus, a orillas del torrente Mocmur. El resto del ejército asirio tomó posiciones en la llanura, cubriendo toda la superficie de la región. Sus tiendas de campaña y sus equipajes formaban un inmenso campamento, porque era una enorme multitud. (Judit 7, 18)

  • En aquellos días, mientras Mardoqueo ocupaba un puesto en la puerta real, Bigtán y Teres, dos eunucos del rey que custodiaban la entrada, estaban descontentos y planeaban un atentado contra el rey Asuero. (Ester 2, 21)

  • Luego Mardoqueo se puso a descansar un rato en la corte, junto con Gabazá y Zarra, los dos eunucos del rey que la custodiaban. (Ester 12, 1)

  • Aún teniendo razón, no podría responder y debería implorar al que me acusa. (Job 9, 15)


“Lembre-se de que você tem no Céu não somente um pai, mas também uma Mãe”. São Padre Pio de Pietrelcina