Talált 2344 Eredmények: todo es vanidad
al impedirnos hablar a los paganos para que se salven. Lo hacen todo para colmar la medida de sus pecados, pero la condenación está para caer sobre ellos. (1º Carta a los Tesalonicenses 2, 16)
Examínenlo todo y quédense con lo bueno. (1º Carta a los Tesalonicenses 5, 21)
Debemos dar gracias a Dios en todo tiempo por ustedes, hermanos. Es justo hacerlo, ya que siguen progresando en la fe y crece el amor de cada uno a los hermanos. (2º Carta a los Tesalonicenses 1, 3)
Estos son nuestros pensamientos en todo momento mientras rogamos por ustedes: que nuestro Dios los haga dignos de su llamada y que, por su poder, lleve a efecto sus buenos propósitos, haciendo que su fe sea activa y eficiente. (2º Carta a los Tesalonicenses 1, 11)
el rebelde que se pone por encima de todo lo que es considerado divino y sagrado, que incluso pondrá su trono en el templo de Dios para mostrar que él es Dios. (2º Carta a los Tesalonicenses 2, 4)
Pero nosotros tenemos que dar gracias en todo momento por ustedes, hermanos amados por el Señor, pues ustedes son la parte de Dios, y fueron elegidos para que se salvaran mediante la fe verdadera y fueran santificados por el Espíritu. (2º Carta a los Tesalonicenses 2, 13)
El les dará el consuelo interior y los hará progresar en todo bien de palabra o de obra. (2º Carta a los Tesalonicenses 2, 17)
Hermanos, les ordenamos en nombre de Cristo Jesús, el Señor, que se aparten de todo hermano que viva sin control ni regla, a pesar de las tradiciones que les transmitimos. (2º Carta a los Tesalonicenses 3, 6)
Pero ahora hemos oído que hay entre ustedes algunos que viven sin control ni regla y no hacen nada, muy ocupados en meterse en todo. (2º Carta a los Tesalonicenses 3, 11)
Que el Señor de la paz les dé su paz en todo tiempo y en todo. Que el Señor esté con todos ustedes. (2º Carta a los Tesalonicenses 3, 16)
Ante todo recomiendo que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos, sin distinción de personas; (1º Carta a Timoteo 2, 1)
Quiero, pues, que en todo lugar donde los hombres estén orando levanten al cielo manos limpias de todo enojo y discusión. (1º Carta a Timoteo 2, 8)