Talált 178 Eredmények: saber

  • Estos tuvieron miedo al saber que el rey lo había autorizado para formar un gran ejército; (1 Macabeos 10, 8)

  • Demetrio, al saber lo sucedido, dijo disgustado: (1 Macabeos 10, 22)

  • Al saber lo que ocurría, volvió para luchar con Tolomeo. Este le salió al encuentro con una poderosa tropa y lo derrotó. (1 Macabeos 11, 15)

  • Los enemigos, al saber que Jonatán velaba con su tropa, dispuesto a dar batalla, tuvieron miedo y se desanimaron; encendieron fuegos en su campamento y huyeron. (1 Macabeos 12, 28)

  • Llegado a Jerusalén, fue recibido amigablemente por la ciudad y el Sumo Sacerdote, al que informó de la denuncia que habían hecho. Hizo saber el motivo de su visita, preguntando si las cosas eran realmente así. (2 Macabeos 3, 9)

  • y tú, que has sido azotado por orden del Cielo, haz saber a todos la grandeza del poder de Dios.» Dicho esto, desaparecieron. (2 Macabeos 3, 34)

  • Uno de ellos, hablando en nombre de todos, dijo: «¿Qué quieres preguntarnos y saber? Estamos prontos a morir antes que a quebrantar la ley de nuestros antepasados.» (2 Macabeos 7, 2)

  • Al saber Judas que Nicanor venía con un gran ejército, lo comunicó a los suyos. (2 Macabeos 8, 12)

  • Al saber Timoteo que Judas venía contra él, envió a las mujeres y a los niños y buena parte del equipaje a una fortaleza llamada Carnión, lugar inexpugnable y de difícil acceso, porque estaba rodeado de profundos desfiladeros. (2 Macabeos 12, 21)

  • Que el sabio escuche, ganará en saber; el hombre inteligente sabrá dirigir a los demás. (Proverbios 1, 5)

  • El comienzo del saber es el temor de Yavé, únicamente los tontos desprecian la sabiduría y la disciplina. (Proverbios 1, 7)

  • ¿Por cuánto tiempo más, gente insignificante, preferirán sus estupideces? ¿Hasta cuándo los burlones se entretendrán con sus mofas y la gente estúpida se negará a saber? (Proverbios 1, 22)


“Se você não entrega seu coração a Deus, o que lhe entrega?” “Você deve seguir outra estrada. Tire de seu coração todas as paixões deste mundo, humilhe-se na poeira e reze! Dessa forma, certamente você encontrará Deus, que lhe dará paz e serenidade nesta vida e a eterna beatitude na próxima.” São Padre Pio de Pietrelcina