Talált 744 Eredmények: gente

  • Yavé dijo a Gedeón: «Todavía hay demasiada gente. Hazlos bajar al agua y yo mismo los probaré por ti. El que yo diga: Este irá contigo, ése irá; y el que yo diga: Ese no, a ése lo despedirás.» (Jueces 7, 4)

  • La gente de Efraím dijo a Gedeón: «¿Por qué has hecho esto de no convocarnos cuando fuiste a combatir contra Madián?» (Jueces 8, 1)

  • Dijo, pues, a la gente de Sucot: «Den, por favor, tortas de pan a la tropa que me sigue, porque está rendida de fatiga, y voy persiguiendo a Zebaj y a Salmuná, reyes de Madián.» (Jueces 8, 5)

  • De allí subió a Penuel y les habló de igual manera. Pero la gente de Penuel le respondió como los de Sucot. (Jueces 8, 8)

  • Habiendo detenido a un joven de la gente de Sucot, lo interrogó. El le dio por escrito los nombres de los jefes y ancianos de Sucot: setenta y siete hombres. (Jueces 8, 14)

  • Gedeón se dirigió a la gente de Sucot y les dijo: «Aquí tienen a Zebaj y Salmuná, por quienes me hicieron burla diciendo: ¿Acaso has sujetado ya las manos de Zebaj y Salmuná para que demos pan a tus tropas hambrientas?» (Jueces 8, 15)

  • Tomó entonces a los jefes de la ciudad y con espinas y cardos del desierto castigó a esa gente de Sucot. (Jueces 8, 16)

  • Con este dinero, Gedeón se hizo un ídolo que puso en su ciudad de Ofrá, y de todas partes de Israel la gente empezó a ir a ese lugar, apartándose de Yavé. Esa fue la trampa en que cayó Gedeón y los suyos. (Jueces 8, 27)

  • Por tanto, levántate tú y la gente que tienes contigo y tiende una emboscada en el campo; (Jueces 9, 32)

  • por la mañana temprano, cuando salga el sol, te levantas y te lanzas contra la ciudad. Y cuando salga Gaal a tu encuentro con su gente, harás con él lo que quieras.» (Jueces 9, 33)

  • Gaal vio la tropa y dijo a Zebul: «Mira la gente que baja de las cumbres de los montes.» Pero Zebul le respondió: «Es la sombra de los montes lo que ves y te parecen hombres.» (Jueces 9, 36)

  • Gaal volvió a decir: «Miren la gente que baja del lado del Ombligo de la Tierra y otra partida llega de la Encina de los Adivinos.» (Jueces 9, 37)


“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina