Talált 744 Eredmények: gente

  • Gaal salió al frente de la gente de Siquem y presentó batalla a Abimelec. (Jueces 9, 39)

  • Le avisaron a Abimelec, que tomó su tropa, la repartió en tres grupos y tendió una emboscada en el campo. Cuando vio que la gente salía de la ciudad, cayó sobre ellos y los derrotó. (Jueces 9, 43)

  • Cuando la gente de Israel vio que Abimelec había muerto, se volvió cada uno a su lugar. (Jueces 9, 55)

  • También hizo recaer sobre la cabeza de la gente de Siquem toda su maldad. De esta manera se cumplió en ellos la maldición de Jotam, hijo de Jerubaal. (Jueces 9, 57)

  • Incluso los amonitas pasaron el Jordán para atacar también a Judá, a Benjamín y a la gente de Efraím. Israel pasó por un grave aprieto. (Jueces 10, 9)

  • Pero Sijón, desconfiando de Israel, no lo dejó pasar, reunió a toda su gente, acampó en Yahsá, y atacó a Israel. (Jueces 11, 20)

  • El séptimo día, antes de que entrara al departamento de los esposos, la gente de la ciudad dijo a Sansón: «¿Qué hay más dulce que la miel y qué más fuerte que el león?» El les respondió: «Si no hubieran arado con mi novilla, no habrían acertado mi adivinanza.» (Jueces 14, 18)

  • Ella tenía gente escondida en su habitación y le gritó: «¡Sansón, aquí vienen los filisteos!» Pero Sansón rompió las amarras como se rompe el hilo quemado y no supieron de dónde le venía tanta fuerza. (Jueces 16, 9)

  • Al verlo, la gente alababa a su dios, diciendo: «Nuestro dios ha puesto en nuestras manos a nuestro enemigo, que arruinaba nuestro país y mató a tantos de los nuestros.» (Jueces 16, 25)

  • «Muera yo con los filisteos.» Apretó con todas sus fuerzas y la casa se derrumbó sobre los jefes y sobre la gente allí reunida. Los que arrastró en su propia muerte fueron más que los que había matado en su vida. (Jueces 16, 30)

  • Estaban ya lejos de la casa de Miqueas cuando la gente de las casas vecinas se puso a gritar y salió en su persecución. (Jueces 18, 22)

  • En esto llegó un anciano que volvía de sus trabajos del campo. Era un hombre de los cerros de Efraím, que residía como forastero en Guibea, pues la gente del lugar era de la tribu de Benjamín. (Jueces 19, 16)


“Tente percorrer com toda a simplicidade o caminho de Nosso Senhor e não se aflija inutilmente.” São Padre Pio de Pietrelcina