Talált 207 Eredmények: Muerto

  • Cuando llegó a la puerta del pueblo, sacaban a enterrar a un muerto: era el hijo único de su madre, que era viuda, y mucha gente del pueblo la acompañaba. (Evangelio según San Lucas 7, 12)

  • Se incorporó el muerto inmediatamente y se puso a hablar. Y Jesús se lo entregó a su madre. (Evangelio según San Lucas 7, 15)

  • Estaba aún Jesús hablando, cuando alguien vino a decir al dirigente de la sinagoga: «Tu hija ha muerto; no tienes por qué molestar más al Maestro.» (Evangelio según San Lucas 8, 49)

  • Jesús empezó a decir: «Bajaba un hombre por el camino de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos bandidos, que lo despojaron hasta de sus ropas, lo golpearon y se marcharon dejándolo medio muerto. (Evangelio según San Lucas 10, 30)

  • porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y lo hemos encontrado.» Y comenzaron la fiesta. (Evangelio según San Lucas 15, 24)

  • Pero había que hacer fiesta y alegrarse, puesto que tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado.» (Evangelio según San Lucas 15, 32)

  • En realidad Jesús quería decirles que Lázaro estaba muerto, pero los discípulos entendieron que se trataba del sueño natural. (Evangelio según San Juan 11, 13)

  • Entonces Jesús les dijo claramente: «Lázaro ha muerto, (Evangelio según San Juan 11, 14)

  • Marta dijo a Jesús: «Si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. (Evangelio según San Juan 11, 21)

  • Al llegar María a donde estaba Jesús, en cuanto lo vio, cayó a sus pies y le dijo: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.» (Evangelio según San Juan 11, 32)

  • Jesús ordenó: «Quiten la piedra.» Marta, hermana del muerto, le dijo: «Señor, ya tiene mal olor, pues lleva cuatro días.» (Evangelio según San Juan 11, 39)

  • Y salió el muerto. Tenía las manos y los pies atados con vendas y la cabeza cubierta con un velo. Jesús les dijo: «Desátenlo y déjenlo caminar.» (Evangelio según San Juan 11, 44)


“Quando Jesus vem a nós na santa comunhão, encontra alegria em Sua criatura. Por nossa parte, procuremos Nele a nossa alegria.” São Padre Pio de Pietrelcina