Talált 207 Eredmények: Muerto

  • Y por esta razón varios de ustedes están enfermos y débiles y algunos han muerto. (1º Carta a los Corintios 11, 30)

  • El amor de Cristo nos urge, y afirmamos que si él murió por todos, entonces todos han muerto. (2º Carta a los Corintios 5, 14)

  • Más aún, todo lo considero al presente como peso muerto, en comparación con eso tan extraordinario que es conocer a Cristo Jesús, mi Señor. A causa de él ya nada tiene valor para mí, y todo lo considero como pelusas mientras trato de ganar a Cristo. (Carta a los Filipenses 3, 8)

  • Si ustedes han muerto con Cristo y así se han liberado de los reglamentos del mundo, ¿por qué se dejan adoctrinar ahora como si todavía fueran del mundo? (Carta a los Colosenses 2, 20)

  • Pues han muerto, y su vida está ahora escondida con Cristo en Dios. (Carta a los Colosenses 3, 3)

  • Les damos esto como palabra del Señor: nosotros, los que ahora vivimos, si todavía estamos con vida cuando venga el Señor, no tendremos ventaja sobre los que ya han muerto. (1º Carta a los Tesalonicenses 4, 15)

  • Una cosa es cierta: si hemos muerto con él, también viviremos con él. (2º Carta a Timoteo 2, 11)

  • Por la fe de Abel, su sacrificio fue mejor que el de su hermano Caín. Por eso fue considerado justo, como Dios lo dio a entender aprobando sus ofrendas. Y aun después de muerto, por su fe sigue clamando. (Carta a los Hebreos 11, 4)

  • Porque así como un cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe que no produce obras está muerta. (Carta de Santiago 2, 26)

  • Pues no sin razón el Evangelio ha sido anunciado a muchos que han muerto; si bien en cuanto seres humanos han recibido la sentencia de muerte, a través del Espíritu viven para Dios. (1º Carta de Pedro 4, 6)

  • Al verlo caí como muerto a sus pies; pero me tocó con la mano derecha y me dijo: «No temas, soy yo, el Primero y el Ultimo, (Apocalipsis 1, 17)

  • el que vive. Estuve muerto, pero ahora estoy vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la Muerte y de su reino. (Apocalipsis 1, 18)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina