Talált 207 Eredmények: Muerto

  • Cuando su ejército vio que había muerto, arrojaron las armas y huyeron. (1 Macabeos 7, 44)

  • Muerto Judas, reaparecieron los renegados en todo el territorio de Israel y levantaron cabeza los obradores de la maldad. (1 Macabeos 9, 23)

  • Por Israel han muerto todos mis hermanos y he quedado yo solo. Líbreme Dios de buscar mi propia seguridad cuando las cosas andan mal, pues mi vida no tiene más valor que la de mis hermanos. (1 Macabeos 13, 4)

  • Luego, algunos de los familiares de Heliodoro pidieron a Onías que invocara al Altísimo para que El concediera la gracia de vivir al que estaba como muerto. (2 Macabeos 3, 31)

  • Al correrse el falso rumor de que Antíoco había muerto, Jasón, reuniendo unos diez mil hombres, asaltó de improviso la ciudad. Se defendieron desde las murallas, pero una vez tomadas éstas, toda la ciudad cayó en manos de Jasón, mientras que Menelao se refugió en la fortaleza. (2 Macabeos 5, 5)

  • Aunque ahora me salvara de los hombres, no me salvaría, sea vivo o muerto, de las manos del Todopoderoso. (2 Macabeos 6, 26)

  • Una vez muerto éste, sometieron al cuarto a las mismas torturas. (2 Macabeos 7, 13)

  • Bajo la túnica de cada muerto encontraron objetos consagrados a los ídolos de Jamnia, prohibidos por la Ley a los judíos. Comprendieron entonces por qué habían muerto. (2 Macabeos 12, 40)

  • No había muerto todavía, y encendido en valor, se levantó a pesar de la sangre que perdía por todas partes, y de sus otras heridas, y atravesó corriendo la tropa. Se detuvo sobre una roca abrupta (2 Macabeos 14, 45)

  • Terminado el asunto, volvieron gozosos y encontraron a Nicanor muerto, tirado en el suelo con toda su armadura. (2 Macabeos 15, 28)

  • Por eso felicitaré al muerto porque es muerto más bien que al vivo porque todavía vive. (Eclesiastés (Qohelet) 4, 2)

  • Pues mientras uno se cuenta entre los vivos, se siente seguro: "Perro vivo vale más que león muerto". (Eclesiastés (Qohelet) 9, 4)


“Seja grato e beije docemente a mão de Deus. É sempre a mão de um pai que pune porque lhe quer bem” São Padre Pio de Pietrelcina