Talált 172 Eredmények: Herencia

  • Esta es la herencia que repartió Moisés mientras estaba en las estepas de Moab al este del Jordán, frente a Jericó. (Josué 13, 32)

  • Pero a la tribu de Leví, Moisés no le dio ninguna posesión de tierra; porque Yavé, Dios de Israel, es su herencia, como se lo tiene dicho. (Josué 13, 33)

  • Esto es lo que recibieron en herencia los israelitas en el país de Canaán; se lo repartieron Eleazar, el sacerdote, y Josué, hijo de Nun, y los jefes de las familias paternas de las tribus de Israel. (Josué 14, 1)

  • al lado oriental del Jordán. Por otra parte los levitas no recibieron herencia, pero en lugar de ellos, los hijos de José formaban dos tribus: Manasés y Efraím. Los levitas no tuvieron tierras sino algunas ciudades para vivir y el campo alrededor para mantener a sus bestias y ganados. (Josué 14, 4)

  • Josué bendijo a Caleb, hijo de Jefoné, y le entregó Hebrón para herencia suya. (Josué 14, 13)

  • Los hijos de José, Manasés y Efraím, se repartieron esta herencia. (Josué 16, 4)

  • La frontera de los hijos de Efraím, según sus familias, la frontera de su herencia se extendía hacia el oriente, desde Atarot-Addar hasta Bet-Horón de Arriba; (Josué 16, 5)

  • Después, la frontera se dirigía desde Tafuaj hacia el oeste, hasta el Cana, y terminaba en el mar Grande. Tal fue la herencia de la tribu de los hijos de Efraím, distribuida en sus familias. (Josué 16, 8)

  • Ellas se presentaron a Eleazar, el sacerdote, en presencia de Josué, hijo de Nun, y de los príncipes, diciendo: «Yavé ordenó por medio de Moisés que se nos diese posesión en medio de nuestros hermanos.» Se les dio entonces una herencia en medio de los hermanos de su padre, conforme a la orden de Yavé. (Josué 17, 4)

  • Porque las cinco hijas de Selofjad poseyeron su herencia en medio de los hijos de esta tribu. Y la tierra de Galaad cupo en suerte a los otros hijos de Manasés. (Josué 17, 6)

  • En efecto, Manasés tuvo por herencia, en Isacar y Aser, a Betsán con sus aldeas, a Jeblam con las suyas, a los habitantes de Dor con sus villas, y a los de Endor con sus aldeas; asimismo, a los habitantes de Tanac con sus aldeas, y a los de Meguido con las suyas, y la tercera parte de Nifet. (Josué 17, 11)

  • Quedaban siete tribus que no habían recibido todavía su parte de la herencia. (Josué 18, 2)


“Que Nossa Senhora nos obtenha o amor à cruz, aos sofrimentos e às dores.” São Padre Pio de Pietrelcina