Talált 172 Eredmények: Herencia

  • En cambio, no dejarás a nadie con vida en las ciudades que Yavé te da en herencia, (Deuteronomio 20, 16)

  • El día que reparta la herencia entre sus hijos, no podrá dar los derechos de primogenitura al hijo de la mujer a la que quiere, en perjuicio del primogénito que le dio la mujer no amada. (Deuteronomio 21, 16)

  • Al contrario, deberá reconocer como primogénito al hijo de la mujer menos amada y darle una parte doble de toda su herencia. Al que engendró primero, a éste le correspoonden los derechos de primogénito. (Deuteronomio 21, 17)

  • su cuerpo no pasará la noche colgado, sino que lo enterrarás el mismo día, porque un colgado es maldición de Dios. Así no harás impura la tierra que Yavé, tu Dios, te da por herencia. (Deuteronomio 21, 23)

  • el primer marido que la repudió no podrá volver a tomarla por esposa, ya que pasó a ser para él como impura. Sería una abominación a los ojos de Yavé que la volviera a tener. No manches la tierra que Yavé te dará en herencia. (Deuteronomio 24, 4)

  • Cuando llegues a la tierra que Yavé, tu Dios, te da en herencia, cuando haya pasado a ser tuya y habites en ella, (Deuteronomio 26, 1)

  • Moisés nos dio la Ley que es la herencia de la asamblea de Jacob; (Deuteronomio 33, 4)

  • hasta que Yavé les dé su herencia, como se la ha dado a ustedes, y que conquisten también ellos el país que les da Yavé, nuestro Dios. Entonces ustedes regresarán a la provincia que les entregó Moisés y poseerán este país al este del Jordán.» (Josué 1, 15)

  • Josué se apoderó de todo el país, como Yavé se lo había dicho a Moisés, y se lo entregó en herencia a los israelitas para que lo repartieran entre sus tribus. Con esto el país descansó de la guerra. (Josué 11, 23)

  • y todo el territorio de los habitantes de las montañas, desde el Líbano hasta Misrefat-Maím, los cuales son sidonios. Yo soy el que los derrotaré delante de los israelitas. Por lo tanto, procura que este país pase a ser parte de la herencia de Israel, tal como te lo he ordenado. (Josué 13, 6)

  • En resumen, el río Jordán fue la frontera de los rubenitas. Esta fue la herencia de los hijos de Rubén, según sus familias, con sus ciudades y aldeas. (Josué 13, 23)

  • Tal fue la herencia de los hijos de Gad según sus familias, con sus ciudades y aldeas. (Josué 13, 28)


“Deus sempre nos dá o que é melhor para nós.” São Padre Pio de Pietrelcina