Salmos, 36
8. ¡qué inapreciable es tu misericordia, Señor! Por eso los hombres se refugian a la sombra de tus alas.
8. ¡qué inapreciable es tu misericordia, Señor! Por eso los hombres se refugian a la sombra de tus alas.
“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina