1. ¡Despierta, despierta, revístete de tu fuerza, Sión! ¡Vístete con tus vestidos más bellos, Jerusalén, Ciudad santa! Porque ya no entrarán más en ti el incircunciso ni el impuro.





“Seria mais fácil a Terra existir sem o sol do que sem a santa Missa!” São Padre Pio de Pietrelcina