pronađen 354 Rezultati za: nuestros

  • El Dios de este pueblo, Israel, eligió a nuestros padres y acrecentó al pueblo durante su exilio en Egipto, y con brazo poderoso los sacó de allí. (Hechos 13, 17)

  • Nosotros os anunciamos la buena nueva: la promesa hecha a nuestros padres (Hechos 13, 32)

  • Ahora bien, ¿por qué tentáis a Dios imponiendo sobre el cuello de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido soportar? (Hechos 15, 10)

  • Nos hemos enterado de que algunos de los nuestros, sin nuestro mandato, os han inquietado y alarmado con sus palabras. (Hechos 15, 24)

  • Hemos decidido de común acuerdo elegir unos delegados y enviarlos a vosotros, con nuestros queridos Bernabé y Pablo, (Hechos 15, 25)

  • Él siguió: "Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero educado aquí, en esta ciudad, a los pies de Gamaliel, instruido en la fiel observancia de la ley de nuestros padres, partidario entusiasta de la causa de Dios, como todos vosotros los sois en este día; (Hechos 22, 3)

  • Él dijo: El Dios de nuestros padres te ha destinado a conocer su voluntad, a ver al Justo y a oír su voz, (Hechos 22, 14)

  • Pero te confieso que, conforme al nuevo camino, que ellos llaman secta, sirvo al Dios de nuestros padres, creyendo en todo lo que está escrito en la ley y en los profetas; (Hechos 24, 14)

  • Ahora estoy sometido a juicio por la esperanza de la promesa hecha por Dios a nuestros padres, (Hechos 26, 6)

  • A los tres días Pablo convocó a los judíos principales; y, cuando estaban reunidos, les dijo: "Hermanos, sin haber hecho nada contra el pueblo o las costumbres de nuestros padres, he sido encarcelado en Jerusalén y entregado en manos de los romanos; (Hechos 28, 17)

  • el cual fue entregado por nuestros pecados y resucitado para nuestra justificación. (Romanos 4, 25)

  • y la esperanza no nos defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos ha dado. (Romanos 5, 5)


“Faltar com a caridade¨¦ como ferir a pupila dos olhos de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina