11. Después, la frontera llegaba a la vertiente de Acarón, al norte, inclinándose hacia Sicarón y pasaba por el monte Bala, llegando a Jebnel. Así terminaba por el occidente en el mar Grande.





“Devemos odiar os nossos pecados, visto que o amor ao Senhor significa paz”. São Padre Pio de Pietrelcina