10. En todas las causas que os presenten vuestros hermanos que viven en sus ciudades, causas de sangre o cuestiones sobre la ley, mandamientos, preceptos o costumbres, vosotros los instruiréis, para que no pequen contra el Señor y no caiga su cólera sobre vosotros y sobre ellos. Si obráis así, salvaréis vuestra responsabilidad.





“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina