Salmos, 49
8. No, nadie puede rescatarse a sí mismo ni pagar a Dios el precio de su liberación,
8. No, nadie puede rescatarse a sí mismo ni pagar a Dios el precio de su liberación,
“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina