16. Al proferir tus amenazas, Señor, al soplar el vendaval de tu ira, aparecieron los cauces del mar y quedaron a la vista los cimientos.





“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina