Salmos, 143
3. El enemigo me persiguió a muerte, aplastó mi vida contra el suelo; me introdujo en las tinieblas, como a los muertos de hace muchos años.
3. El enemigo me persiguió a muerte, aplastó mi vida contra el suelo; me introdujo en las tinieblas, como a los muertos de hace muchos años.
“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina