40. El cananeo, rey de Arad, que habitaba en el Négueb, en el país de Canaán, recibió entonces la noticia de la llegada de los israelitas.





“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina