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  • Además, los caldeos hicieron pedazos las columnas de bronce de la Casa del Señor, las bases y el Mar de bronce que estaba en la Casa del Señor, y se llevaron todo el bronce a Babilonia. (Jeremías 52, 17)

  • Después de tomarlos prisioneros, Nebuzaradán, comandante de la guardia, los llevó ante el rey de Babilonia, a Riblá. (Jeremías 52, 26)

  • El rey de Babilonia los mandó golpear y ejecutar en Riblá, en el país de Jamat. Así fue deportado Judá lejos de su tierra. (Jeremías 52, 27)

  • El trigésimo séptimo año de la deportación de Joaquín, rey de Judá, el día veinticinco del duodécimo mes, Evil Merodac, rey de Babilonia, en el año de su entronización, indultó a Joaquín, rey de Judá, y lo hizo salir de la prisión. (Jeremías 52, 31)

  • Le habló amigablemente y le asignó un sitial más elevado que el de los reyes que estaban con él en Babilonia. (Jeremías 52, 32)

  • Su mantenimiento fue asegurado por el rey de Babilonia con una asignación regular para cada día, hasta el día de su muerte, durante toda su vida. (Jeremías 52, 34)

  • Texto del escrito que Baruc, hijo de Nerías, hijo de Maasías, hijo de Sedecías, hijo de Asadías, hijo de Jilquías, escribió en Babilonia, (Baruc 1, 1)

  • en presencia de las autoridades y de los príncipes reales, de los ancianos y de todo el pueblo -desde el más pequeño hasta el más grande- de todos los que habitaban en Babilonia junto al río Sud. (Baruc 1, 4)

  • después que Nabucodonosor, rey de Babilonia, deportó desde Jerusalén y llevó a Babilonia a Jeconías, a los príncipes, a los rehenes, a los nobles y a la gente del país. (Baruc 1, 9)

  • Rueguen por la vida de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y por la de su hijo Baltasar, para que sus días sean sobre la tierra como los días del cielo. (Baruc 1, 11)

  • Que el Señor nos dé fuerza e ilumine nuestros ojos, para que vivamos a la sombra de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y a la sombra de su hijo Baltasar, y lo sirvamos mucho tiempo, gozando de su favor. (Baruc 1, 12)

  • Así habla el Señor: Dobleguen sus espaldas y sirvan al rey de Babilonia, y permanecerán en la tierra que yo he dado a sus padres. (Baruc 2, 21)


“É loucura fixar o olhar no que rapidamente passa”. São Padre Pio de Pietrelcina