14. Pero yo, Señor, te elevo mi plegaria, ésta es la hora en que me debes ser propicio; escúchame, Dios mío, por tu inmensa bondad, pues tú eres la verdadera salvación.





“Aquele que procura a vaidade das roupas não conseguirá jamais se revestir com a vida de Jesus Cristo.” São Padre Pio de Pietrelcina