5. Luchó con el ángel y lo venció, lloró y le imploró misericordia. Lo encontró en Betel, y allí habló con él.





“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina