Löydetty 64 Tulokset: fidelidad
pero demuestro mi fidelidad por mil generaciones a todos los que me aman y guardan mis mandamientos. (Exodo 20, 6)
El Señor pasó delante de él y proclamó: "El Señor, el Señor, Dios clemente y misericordioso, tardo para la ira y lleno de lealtad y fidelidad, (Exodo 34, 6)
que conserva su fidelidad a mil generaciones y perdona la iniquidad, la infidelidad y el pecado, pero que nada deja impune, castigando la maldad de los padres en los hijos y en los nietos, hasta la tercera y cuarta generación". (Exodo 34, 7)
Los hombres que han salido de Egipto de veinte años para arriba no verán la tierra que con juramento prometí yo a Abrahán, Isaac y Jacob, porque no me han seguido con fidelidad, a (Números 32, 11)
pues ellas desviarían a tus hijos de su fidelidad y los arrastrarían a servir a otros dioses, y la ira de Dios se encendería contra vosotros y os destruiría bien pronto. (Deuteronomio 7, 4)
Respetad al Señor y servidle con perfección y fidelidad, alejad los dioses a los que sirvieron vuestros padres al otro lado del río y en Egipto, y servid al Señor. (Josué 24, 14)
les dijo: "Ea, volveos a la casa de vuestra madre; que el Señor tenga con vosotras la misma fidelidad que habéis tenido con nuestros difuntos y conmigo. (Rut 1, 8)
El Señor retribuirá a cada uno según su justicia y su fidelidad, porque el Señor te puso hoy en mis manos y no quise poner mi mano sobre el ungido del Señor. (I Samuel 26, 23)
Que el Señor os trate con misericordia y fidelidad. También yo os pagaré esta buena obra por haberos portado así. (II Samuel 2, 6)
Llegaste ayer, y ¿te haré andar errante con nosotros hoy, sin saber yo mismo dónde voy? Vuélvete y lleva contigo a tus hermanos, y que el Señor tenga contigo misericordia y fidelidad". (II Samuel 15, 20)
Salomón respondió: "Tú trataste con gran bondad a mi padre, David, porque él se portó contigo con fidelidad, justicia y rectitud de corazón; y le has perpetuado esa gran bondad dándole un hijo que se siente sobre su trono, como hoy sucede. (I Reyes 3, 6)
dijo: "Señor, Dios de Israel, no hay Dios semejante a ti, ni arriba en los cielos, ni abajo en la tierra. Tú guardas la alianza y la fidelidad con tus siervos que siguen tus caminos de todo corazón. (I Reyes 8, 23)