Katolinen Raamattu
 

Nahún, 2

14. Aquí estoy contra ti, - oráculo de Yahveh Sebaot -: encenderé en humareda tus carros, y la espada devorará a tus leoncillos; suprimiré de la tierra tu presa, y no se oirá más la voz de tus mensajeros.

Aiheeseen liittyvät säkeet Nahún, 2:

En el Capítulo 2 del Libro de Naum, se describe la caída de Nínive, la capital del Imperio Asirio, a través de un lenguaje figurativo y descriptivo. El capítulo describe el enfoque del ejército invasor, la destrucción de los muros de la ciudad, el escape de los habitantes y la retirada del tesoro de la ciudad. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en Naum 2:

Isaías 13:17: "He aquí, despertaré los temores contra ellos, que no les importan la plata, ni quieren oro". El profeta Isaías, en su mensaje de juicio contra Babilonia, anuncia que Dios usará los temores para destruirlo, incluso si no están interesados ​​en la retirada de la ciudad.

Jeremías 50:15: "Grita contra ella; ella ya se ha rendido; sus torres han caído, sus paredes son derribadas, porque esta es la venganza del Señor;". El Profeta Jeremías también anuncia la caída de Babilonia y la destrucción de sus paredes y torres, como se describe en Naum 2.

Ezequiel 21:22: "En su mano está la varita de mi hijo, y él cortará de ellos; y cada árbol se esconderá, y cada uno elegirá una rama verde para sí mismo". En este verso, el Profeta Ezequiel habla de la espada de Dios que castigará a los habitantes de Jerusalén y también puede estar relacionado con la descripción de la destrucción en Naum 2.

Salmo 46:6: "Las naciones se agitaron, los reinos se movieron; él levantó la voz y la tierra se derritió". Este salmo describe la protección de Dios hacia su pueblo y su intervención en la historia, trayendo juicio a las naciones rebeldes, que se asemeja al mensaje de Naum 2.

Zacarías 14:14: "Y Judá también peleará en Jerusalén, y se reunirán las riquezas de todas las naciones circundantes, el oro y la plata, y la ropa en gran abundancia. En este versículo, Zacarías habla de la victoria de Dios sobre las naciones que se elevarán contra Jerusalén y la toma de sus bienes, que se asemeja a la descripción de la retirada en Naum 2.





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