Löydetty 362 Tulokset: unos

  • Las cuatro ruedas estaban debajo de los paneles, y los ejes de las ruedas, unidos a las basas. La altura de cada rueda era de unos setenta y cinco centímetros. (I Reyes 7, 32)

  • En lo más alto de la basa había una cavidad redonda de unos veinticinco centímetros de altura; y en la parte superior de la basa, los pies y paneles formaban un solo cuerpo con ella. (I Reyes 7, 35)

  • fueron a Ofir y trajeron unos quince mil kilos de oro para el rey Salomón. (I Reyes 9, 28)

  • El peso del oro que el rey Salomón recibía cada año era de unos veintitrés mil kilos, (I Reyes 10, 14)

  • El rey Salomón hizo doscientos escudos de oro batido, empleando unos siete kilos de oro por escudo, (I Reyes 10, 16)

  • Se le juntaron unos desalmados y él se hizo jefe de la banda, mientras David derrotaba a los sirios; se apoderó de Damasco y se estableció allí como rey; (I Reyes 11, 24)

  • Unos hombres que pasaban vieron el cadáver tendido en el camino y el león al lado, llegaron a la ciudad del profeta anciano y lo contaron. (I Reyes 13, 25)

  • Compró el monte de Samaría a Sémer por unos sesenta kilos de plata, y lo fortificó; construyó en él una ciudad, a la que llamó Samaría en razón del nombre de Sémer, amo del monte. (I Reyes 16, 24)

  • Y en unos instantes el cielo se oscureció con nubes y viento, y cayó una lluvia abundante. Ajab montó en su carro y fue a Yezrael. (I Reyes 18, 45)

  • Salieron en primer lugar los asistentes de los jefes de las provincias. Ben Hadad envió a informarse y le dieron este parte: "Unos hombres han salido de Samaría". (I Reyes 20, 17)

  • Siete días estuvieron acampados los unos frente a los otros. Al séptimo día se entabló la batalla, y los israelitas mataron en un solo día cien mil infantes de los sirios. (I Reyes 20, 29)

  • De allí Eliseo fue a Betel y, cuando iba por el camino, unos rapazuelos que habían salido de la ciudad empezaron a burlarse de él, diciéndole: "¡Sube, calvo! ¡Sube, calvo!". (II Reyes 2, 23)


“O passado não conta mais para o Senhor. O que conta é o presente e estar atento e pronto para reparar o que foi feito.” São Padre Pio de Pietrelcina