Löydetty 602 Tulokset: sino

  • Ella les dijo a grandes voces: "¡Alabad a Dios, alabadlo! Alabad a Dios, que no ha apartado su misericordia del pueblo de Israel, sino que ha derrotado esta noche a nuestros enemigos valiéndose de mí". (Judit 13, 14)

  • Memucán, ante el rey y los príncipes, respondió: "La reina no ha ofendido solamente al rey, sino también a los príncipes y a los súbditos que viven en las provincias del rey. (Ester 1, 16)

  • Cuando Amán entró, el rey le preguntó: "¿Cómo debe tratarse a un hombre al que el rey quiere honrar?". Amán pensaba: "¿A quién va a querer honrar el rey sino a mí?". Y contestó: (Ester 6, 6)

  • Refirió a su mujer, Zeres, y a todos sus amigos lo que había sucedido. Ellos le dijeron: "Comienzas a declinar ante Mardoqueo; si pertenece a la raza judía, no podrás nada contra él, sino que caerás ante él". (Ester 6, 13)

  • Como jefe de pueblos incontables y señor de toda la tierra, no quiero abusar de la grandeza de mi poderío, sino gobernar a mis vasallos con moderación y clemencia para que pasen una vida tranquila, sin temores, y gocen de la paz tan deseada por todos los hombres. (Ester 13, 2)

  • Líbranos, Señor, con tu poder, y asísteme a mí, que estoy sola y a nadie tengo sino a ti, Señor. Tú lo sabes todo, (Ester 14, 14)

  • Ni tu sierva se ha alegrado desde mi elección hasta hoy sino en ti, Señor, Dios de Abrahán. (Ester 14, 18)

  • No sólo oprimen a nuestros súbditos, sino que, insatisfechos de los honores recibidos, maquinan contra sus mismos bienhechores. (Ester 16, 3)

  • Y no sólo no se contentan con arrancar del corazón de los hombres los sentimientos de gratitud, sino que, enorgullecidos por los aplausos de los que ignoran el bien, pretenden sustraerse a la justa condena de Dios, que todo lo ve. (Ester 16, 4)

  • Vosotros mismos podéis constatar, no sólo leyendo las crónicas antiguas, sino mirando a vuestro alrededor, cuántas son las impiedades cometidas por esta clase de hombres. (Ester 16, 7)

  • y no me deja recobrar aliento, sino que me sacia de amarguras. (Job 9, 18)

  • sino que en la ley del Señor pone su amor y en ella medita noche y día. (Salmos 1, 2)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina