Löydetty 261 Tulokset: puesto

  • Señor, puesto que me has salvado, haremos resonar nuestros instrumentos todos los días de nuestra vida en el templo del Señor. (Isaías 38, 20)

  • Aquí está mi siervo a quien protejo; mi elegido, en quien mi alma se complace. He puesto en él mi espíritu, para que traiga la justicia a las naciones. (Isaías 42, 1)

  • Yo, el Señor, te he llamado para la justicia, te he tomado de la mano y te he formado, te he puesto como alianza del pueblo y luz de las naciones, (Isaías 42, 6)

  • y dice: Poca cosa es que seas mi siervo para restablecer las tribus de Jacob y traer de nuevo a los supervivientes de Israel. Yo te he puesto como luz de las gentes, para que llegue mi salvación hasta los extremos de la tierra. (Isaías 49, 6)

  • Esto dice el Señor: En el tiempo de la gracia te he atendido, el día de la salvación te he ayudado, te he formado y te he puesto como alianza del pueblo para reconstruir el país, para repartir heredades devastadas (Isaías 49, 8)

  • Muy pronto el cautivo será puesto en libertad; no morirá en la fosa, ni faltará el pan. (Isaías 51, 14)

  • He puesto mis palabras en tu boca y te he ocultado con la sombra de mi mano, al desplegar los cielos y fundar la tierra y decir a Sión: "Mi pueblo res tú". (Isaías 51, 16)

  • Yo le he puesto como testigo para los pueblos, caudillo y señor de las naciones. (Isaías 55, 4)

  • En un monte alto, empinado, has puesto tu lecho, y allí subes a ofrecer sacrificios. (Isaías 57, 7)

  • En cuanto a mí, éste es mi pacto con ellos, dice el Señor: Mi espíritu, que reposa en ti, y mis palabras, que he puesto en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus descendientes, ni de la boca de los descendientes de tus descendientes -dice el Señor- desde ahora y por siempre. (Isaías 59, 21)

  • Yo salto de gozo con el Señor, mi alma se entusiasma con mi Dios, porque me ha puesto los vestidos de la salvación, me ha envuelto en el manto de la justicia, como un recién casado se ciñe la diadema o una novia se adorna con sus joyas. (Isaías 61, 10)

  • ¿No lograréis temerme -dice el Señor-, no temblaréis ante mí, que he puesto la arena como límite al mar, como barrera eterna que no ha de traspasar? Por más que se agita, es impotente; sus olas braman, mas no la rebasarán. (Jeremías 5, 22)


“Nossa Senhora está sempre pronta a nos socorrer, mas por acaso o mundo a escuta e se emenda?” São Padre Pio de Pietrelcina