Löydetty 300 Tulokset: familia de Manasés

  • Los rubenitas, los gaditas y la media tribu de Manasés respondieron a los jefes israelitas: (Josué 22, 21)

  • Cuando el sacerdote Fineés, los jefes de la comunidad y los jefes de clanes que le acompañaban oyeron estas palabras de los rubenitas, los gaditas y la media tribu de Manasés, les pareció bien. (Josué 22, 30)

  • Y Fineés, hijo del sacerdote Eleazar, dijo a los de Rubén, a los de Gad y a los de Manasés: "Ahora reconocemos que el Señor está en medio de vosotros, porque no habéis cometido semejante infidelidad contra el Señor y habéis librado a los israelitas de la mano del Señor". (Josué 22, 31)

  • Fineés, hijo del sacerdote Eleazar, y los jefes dejaron a los de Rubén, a los de Gad y a la media tribu de Manasés en Galaad y volvieron a Canaán e informaron a los israelitas. (Josué 22, 32)

  • Manasés no pudo echar a los habitantes de Betsán, de Tanac, de Dor, de Yibleán y de Meguido, con sus respectivas ciudades dependientes; los cananeos siguieron viviendo en ellas. (Jueces 1, 27)

  • Gedeón respondió: "Por favor, Señor, ¿cómo salvaré yo a Israel? Mi familia es la más humilde de Manasés, y yo soy el último en la casa de mi padre". (Jueces 6, 15)

  • Gedeón tomó consigo diez hombres de entre sus siervos e hizo como el Señor le había ordenado; pero como no se atrevía a hacerlo de día, por miedo a su familia y a la gente de la ciudad, lo hizo de noche. (Jueces 6, 27)

  • Envió mensajeros a todo Manasés, que también le siguió; también envió mensajeros a Aser, a Zabulón y a Neftalí, que se pusieron en marcha para venir a su encuentro. (Jueces 6, 35)

  • Entonces se reunieron los hombres de Israel, de Neftalí, de Aser y de todo Manasés y persiguieron a los madianitas. (Jueces 7, 23)

  • Abimelec, hijo de Yerubaal, se fue a Siquén, a casa de los hermanos de su madre, y dirigió a ellos y a toda la familia de la casa de su madre estas palabras: (Jueces 9, 1)

  • El espíritu del Señor vino sobre Jefté, que recorrió Galaad y Manasés, pasó a Mispá de Galaad, y de allí al territorio de los amonitas. (Jueces 11, 29)

  • Entonces Jefté reunió a todos los hombres de Galaad, dio la batalla a Efraín, y los hombres de Galaad vencieron a los de Efraín. Los de Efraín decían que los de Galaad, que vivían entre Efraín y Manasés, eran fugitivos de Efraín. (Jueces 12, 4)


“As almas não são oferecidas como dom; compram-se. Vós ignorais quanto custaram a Jesus. É sempre com a mesma moeda que é preciso pagá-las”. São Padre Pio de Pietrelcina