Löydetty 367 Tulokset: Altar

  • mas no entrará hasta el velo ni se acercará al altar, porque tiene defecto, para no profanar mi santuario, pues yo soy Yahveh, el que los santifico. (Levítico 21, 23)

  • No presentaréis ante Yahveh animal ciego, quebrado, mutilado, ulcerado, sarnoso o ruin; de ellos nada pondréis en el altar como manjar que se abrasa para Yahveh. (Levítico 22, 22)

  • del cortinaje del atrio y de la cortina de entrada al atrio que rodea la Morada y el altar, y de las cuerdas necesarias para todo su servicio. (Números 3, 26)

  • Sobre el altar de oro extenderán un paño de púrpura, lo cubrirán con una cubierta de cuero fino, y le pondrán los varales. (Números 4, 11)

  • Quitarán la grasa incinerada del altar y extenderán sobre él un paño escarlata; (Números 4, 13)

  • pondrán encima todos los utensilios que se emplean en el servicio del altar: los braseros, tenedores, badiles, acetres: todos los utensilios del altar; extenderán sobre él una cubierta de cuero fino y le pondrán los varales. (Números 4, 14)

  • el cortinaje del atrio y la cortina de la entrada al atrio que rodea la Morada y el altar, con sus cuerdas y todos los utensilios de su servicio: todo lo que se necesita para ellos. Prestarán su servicio; (Números 4, 26)

  • El sacerdote tomará entonces de la mano de la mujer la oblación de los celos, mecerá la oblación delante de Yahveh y la presentará en el altar. (Números 5, 25)

  • El sacerdote tomará de la oblación un puñado, el memorial, y lo quemará sobre el altar, y le hará beber a la mujer las aguas. (Números 5, 26)

  • El día en que Moisés acabó de montar la Morada, la ungió y la consagró con todo su mobiliario, así como el altar con todos sus utensilios. Cuando lo hubo ungido y consagrado, (Números 7, 1)

  • Los principales hicieron la ofrenda de la dedicación del altar, el día en que fue ungido. Hicieron los principales su ofrenda delante del altar. (Números 7, 10)

  • Y dijo Yahveh a Moisés: «Que ofrezca un principal cada día su ofrenda por la dedicación del altar.» (Números 7, 11)


“Que Jesus reine sempre soberano no seu coração e o faça cada vez mais digno de seus divinos dons.” São Padre Pio de Pietrelcina