Löydetty 1190 Tulokset: fin del reino de Judá

  • Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes no morirán antes de ver el Reino de Dios». (Lucas 9, 27)

  • Pero Jesús le respondió: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve a anunciar el Reino de Dios». (Lucas 9, 60)

  • Jesús le respondió: «El que ha puesto la mano en el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios». (Lucas 9, 62)

  • curen a sus enfermos y digan a la gente: "El Reino de Dios está cerca de ustedes". (Lucas 10, 9)

  • "¡Hasta el polvo de esta ciudad que se ha adherido a nuestros pies, lo sacudimos sobre ustedes! Sepan, sin embargo, que el Reino de Dios está cerca". (Lucas 10, 11)

  • Él les dijo entonces: «Cuando oren, digan: Padre, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino; (Lucas 11, 2)

  • Jesús, que conocía sus pensamientos, les dijo: «Un reino donde hay luchas internas va a la ruina y sus casas caen una sobre otra. (Lucas 11, 17)

  • Si Satanás lucha contra sí mismo, ¿cómo podrá subsistir su reino? Porque -como ustedes dicen- yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul. (Lucas 11, 18)

  • Pero si yo expulso a los demonios con la fuerza del dedo de Dios, quiere decir que el Reino de Dios ha llegado a ustedes. (Lucas 11, 20)

  • Busquen más bien su Reino, y lo demás se les dará por añadidura. (Lucas 12, 31)

  • No temas, pequeño Rebaño, porque el Padre de ustedes ha querido darles el Reino. (Lucas 12, 32)

  • Jesús dijo entonces: «¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿Con qué podré compararlo? (Lucas 13, 18)


“Deus quer que as suas misérias sejam o trono da Sua misericórdia.” São Padre Pio de Pietrelcina