Löydetty 240 Tulokset: algunos

  • También algunos gaditas se pasaron a David en el refugio del desierto; eran hombres valerosos, guerreros preparados para el combate, diestros en el manejo del escudo y la lanza, con rostros de león y rápidos como gacelas de los montes. (I Crónicas 12, 9)

  • También fueron al refugio, donde estaba David, algunos hombres de Benjamín y de Judá. (I Crónicas 12, 17)

  • También algunos hombres de Manasés se plegaron a David, cuando él iba con los filisteos a combatir contra Saúl; pero esa gente no pudo ayudarlo porque los príncipes de los filisteos, reunidos en consejo, lo despidieron, diciendo: "Él se pondrá de parte de Saúl, su señor, a costa de nuestras vidas". (I Crónicas 12, 20)

  • Cuando regresó a Siquelag, se plegaron a él algunos de la tribu de Manasés: Adná, Iozabad, Iediael, Micael, Iozabad, Elihú y Siletai, jefes de mil hombres en Manasés. (I Crónicas 12, 21)

  • David puso de servicio delante del Arca del Señor a algunos levitas, para conmemorar, celebrar y glorificar al Señor, el Dios de Israel. (I Crónicas 16, 4)

  • Jirám, por medio de sus servidores, le envió una flota y algunos marineros, buenos conocedores del mar. Ellos fueron a Ofir con los servidores de Salomón, y trajeron de allí cuatrocientos talentos de oro, que entregaron al rey Salomón. (II Crónicas 8, 18)

  • Algunos filisteos trajeron a Josafat presentes y plata en calidad de tributo. También los árabes le trajeron siete mil setecientos carneros y siete mil setecientos chivos. (II Crónicas 17, 11)

  • Después de un tiempo, los moabitas y los amonitas, junto con algunos maonitas, fueron a combatir contra Josafat. (II Crónicas 20, 1)

  • y cuando Jorám tomó posesión del reino de su padre y se afianzó en el poder, degolló a todos sus hermanos y a algunos de los jefes de Israel. (II Crónicas 21, 4)

  • Se apoderó de todo el oro y la plata y de todos los objetos que se hallaban en la Casa de Dios, al cuidado de Obededóm; se llevó los tesoros de la casa del rey y algunos rehenes, y se volvió a Samaría. (II Crónicas 25, 24)

  • Entonces Azarías, hijo de Iojanám, Berequías, hijo de Mesilemot, Ezequías, hijo de Salúm y Amasá, hijo de Jadlai -que eran algunos de los jefes de los efraimitas- se levantaron contra los que regresaban de la expedición (II Crónicas 28, 12)

  • y algunos hombres, designados expresamente, se hicieron cargo de los prisioneros: vistieron a los que estaban desnudos con lo que habían recogido en el botín, les dieron ropa y calzado; los alimentaron, les dieron de beber y los perfumaron. Finalmente, los llevaron de vuelta, cargando sobre asnos a los que estaban débiles, y los condujeron hasta Jericó, la ciudad de las Palmeras, junto a sus hermanos. Después regresaron a Samaría. (II Crónicas 28, 15)


“No juízo final daremos contas a Deus até de uma palavra inútil que tenhamos dito.” São Padre Pio de Pietrelcina