Löydetty 728 Tulokset: �Quién

  • y entonces se manifestará el Impío, a quien el Señor Jesús destruirá con el aliento de su boca y aniquilará con el resplandor de su Venida. (II Tesalonicenses 2, 8)

  • el único que posee la inmortalidad y habita en una luz inaccesible, a quien ningún hombre vio ni puede ver. ¡A él sea el honor y el poder para siempre! Amén. (I Timoteo 6, 16)

  • Doy gracias a Dios, a quien sirvo con una conciencia pura al igual que mis antepasados, recordándote constantemente, de día y de noche, en mis oraciones. (II Timoteo 1, 3)

  • Por eso soporto esta prueba. Pero no me avergüenzo, porque sé en quién he puesto mi confianza, y estoy convencido de que él es capaz de conservar hasta aquel Día el bien que me ha encomendado. (II Timoteo 1, 12)

  • ahora, en este tiempo final, Dios nos habló por medio de su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas y por quien hizo el mundo. (Hebreos 1, 2)

  • Convenía, en efecto, que aquel por quien y para quien existen todas las cosas, a fin de llevar a la gloria a un gran número de hijos, perfeccionara, por medio del sufrimiento, al jefe que los conduciría a la salvación. (Hebreos 2, 10)

  • Ninguna cosa creada escapa a su vista, sino que todo está desnudo y descubierto a los ojos de aquel a quien debemos rendir cuentas. (Hebreos 4, 13)

  • Consideren ahora la grandeza de aquel a quien el mismo patriarca Abraham entregó como diezmo lo mejor del botín. (Hebreos 7, 4)

  • Además, en el caso de los descendientes de Leví, los que perciben el diezmo son hombres mortales, mientras que en el caso de Melquisedec, se trata de alguien de quien se atestigua que vive. (Hebreos 7, 8)

  • Por último, se puede decir que el mismo Leví, a quien corresponde percibir los diezmos, pagó los suyos a Melquisedec en la persona de Abraham, (Hebreos 7, 9)

  • De hecho, Jesús, de quien se dicen estas cosas, pertenecía a una tribu que no era la de Leví, ninguno de cuyos miembros se dedicó al servicio del altar. (Hebreos 7, 13)

  • a aquel de quien se había anunciado: De Isaac nacerá la descendencia que llevará tu nombre. (Hebreos 11, 18)


“O santo silêncio nos permite ouvir mais claramente a voz de Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina