Löydetty 728 Tulokset: �Quién

  • Pero aquel a quien Dios resucitó no sufrió la corrupción. (Hechos 13, 37)

  • Pero Pablo consideraba que no debía llevar a quien los había abandonado cuando estaban en Panfilia y no había trabajado con ellos. (Hechos 15, 38)

  • El espíritu malo les respondió: «Yo conozco a Jesús y sé quién es Pablo, pero ustedes, ¿quiénes son?». (Hechos 19, 15)

  • De esa manera, no solamente nuestra profesión está amenazada de caer en el descrédito, sino que el templo mismo de la gran diosa Diana corre el riesgo de ser tenido por nada, y aquella a quien adoran toda el Asia y el mundo entero, terminará por quedar despojada de su prestigio». (Hechos 19, 27)

  • Entonces hicieron salir de entre la multitud a Alejandro, a quien los judíos empujaban hacia adelante. Este, pidiendo silencio con la mano, quería dar una explicación a la asamblea. (Hechos 19, 33)

  • El tribuno se acercó, tomó a Pablo y mandó que lo ataran con dos cadenas; después preguntó quién era y qué había hecho. (Hechos 21, 33)

  • Le respondí: "¿Quién eres, Señor?", y la voz me dijo: "Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues". (Hechos 22, 8)

  • Festo tomó la palabra, diciendo: «Rey Agripa y todos los que están aquí presentes, ustedes ven a este hombre, por quien toda la comunidad judía ha venido a verme, tanto aquí como en Jerusalén, insistiendo a gritos que no había que dejarlo vivir más. (Hechos 25, 24)

  • Yo respondí: "¿Quién eres, Señor?". Él me dijo: "Soy Jesús, a quien tú persigues. (Hechos 26, 15)

  • Dios, a quien tributo un culto espiritual anunciando la Buena Noticia de su Hijo, es testigo de que yo los recuerdo constantemente, (Romanos 1, 9)

  • Por eso, tú que pretendes ser juez de los demás -no importa quién seas- no tienes excusa, porque al juzgar a otros, te condenas a ti mismo, ya que haces lo mismo que condenas. (Romanos 2, 1)

  • Por eso David proclama la felicidad de aquel a quien Dios confiere la justicia sin las obras, diciendo: (Romanos 4, 6)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina