Löydetty 243 Tulokset: visto

  • Nunca se escuchó, ningún oído oyó, ni ojo alguno ha visto que un Dios, fuera de ti, hiciera tanto en favor de quienes confían en él. (Isaías 64, 3)

  • ¿Quién ha oído jamás cosa igual, o ha visto algo semejante, que se pueda dar a luz, en un solo día, a un país entero? ¿Puede una nación nacer toda de una vez? ¡Pues bien, apenas sintió los dolores, Sión dio a luz a todos sus hijos! (Isaías 66, 8)

  • Yo haré un prodigio en medio de ellos y, luego, mandaré los sobrevivientes hacia todas las naciones: hacia Tarsis, Lud y Put, Meshek, Tubal y Javan, en una palabra, hacia las tierrras lejanas de ultramar que no saben de mi fama ni han visto mi gloria. Ellos darán a conocer mi gloria entre las naciones a lo lejos, (Isaías 66, 19)

  • Yavé me dijo, cuando era rey Josías: «¿Has visto lo que ha hecho la infiel de Israel? Se ha entregado en cualquier cerro alto y bajo cualquier árbol verde. (Jeremías 3, 6)

  • Es así como la ven ustedes, pero yo también he visto. Vayan, pues, al santuario de Silo, donde quise que descansara mi Nombre en tiempos pasados, y miren cómo lo traté por los crímenes de mi pueblo Israel. (Jeremías 7, 12)

  • En cambio, a mí me conoces, Yavé; me has visto y has comprobado que mi corazón está contigo. Llévatelos como ovejas al matadero y señálalos para el día de la matanza. (Jeremías 12, 3)

  • ¡Ah!, tus adulterios y tus gritos de placer, tu descarada prostitución, en los cerros y en los campos, todas tus monstruosidades, yo las he visto. Desgraciada Jerusalén, ¿hasta cuándo, todavía, estarás impura? (Jeremías 13, 27)

  • ¿Han visto ustedes que haya desaparecido de las altas cumbres la nieve del Líbano, o que se hayan secado las aguas poderosas, frescas y corrientes? (Jeremías 18, 14)

  • Pero, ¿quién de ellos ha asistido a una reunión con Yavé? ¿Quién ha visto y oído su palabra? ¿Quién se ha fijado en sus palabras para transmitirlas? (Jeremías 23, 18)

  • Pregunten y miren: ¿han visto que un hombre esté esperando un hijo?. Pues entonces, ¿por qué veo a los hombres con las manos en las caderas como mujer que da a luz y sus caras se han puesto amarillas? (Jeremías 30, 6)

  • Yo soy el hombre que ha visto la miseria bajo el látigo del furor de Dios. (Lamentaciones 3, 1)

  • He visto el cautiverio de mis hijos y de mis hijas, a que los llevó el Eterno. (Baruc 4, 10)


“Proponha-se a exercitar-se nas virtudes”. São Padre Pio de Pietrelcina