Löydetty 243 Tulokset: visto

  • Caía el granizo y, junto a él, caía fuego; cayó tan fuerte como jamás se había visto desde que se fundó aquel país. (Exodo 9, 24)

  • Invadieron Egipto y se desparramaron por todas las tierras en tal cantidad que nunca se habían visto tantas, ni jamás volverán a verse. Ocultaron la luz del sol y cubrieron todas las tierras; (Exodo 10, 14)

  • Ustedes han visto cómo he tratado a los egipcios y que a ustedes los he llevado sobre las alas del águila para traerlos hacia mí. (Exodo 19, 4)

  • Yavé habló a Moisés: «Esto dirás a los hijos de Israel: ya han visto cómo yo les he hablado desde el cielo. (Exodo 20, 22)

  • el propietario de la casa irá a avisarle al sacerdote diciendo: "He visto en mi casa algo que parece lepra." (Levítico 14, 35)

  • otro hombre ha tenido relaciones con ellas en secreto y ella supo disimular este acto impuro de tal manera que nadie lo ha visto y no hay testigos. (Números 5, 13)

  • Pero el pueblo que vive en ese país es muy poderoso. Las ciudades son muy grandes y fortificadas, hemos visto incluso a los descendientes de Enac. (Números 13, 28)

  • Cuando la hayas visto, irás a reunirte tú también a tu pueblo, como tu hermano Aarón. (Números 27, 13)

  • ¿A dónde nos están llevando? Los mensajeros dicen que la gente de allá es más fuerte y más numerosa que nosotros; las ciudades son grandes y con murallas que llegan al cielo; incluso se han visto allí gigantes. Con esto se nos ha ido abajo el ánimo . (Deuteronomio 1, 28)

  • y en el desierto. Han visto cómo los llevó durante todo el camino, como un padre lleva a su hijo, hasta que llegamos a este lugar . (Deuteronomio 1, 31)

  • En aquel tiempo di también instrucciones a Josué. Le dije: 'Con tus propios ojos has visto lo que Yavé ha hecho con estos dos reyes: así lo harás con todos los reinos donde has de pasar; (Deuteronomio 3, 21)

  • Has visto con tus propios ojos lo que hizo Yavé en Baal-Peor, pues acabó con todos aquellos que se fueron tras el baal. (Deuteronomio 4, 3)


“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina